Hábitos como por ejemplo chuparse el dedo, morderse los labios y/o las uñas, la pérdida prematura de los dientes de leche, respirar por la boca debido a las amígdalas palatinas y/o las adenoides hipertróficas pueden contribuir a una mala posición de los dientes.
También existe el componente hereditario como por ejemplo el tamaño de los dientes como los dientes grandes, y el tamaño pequeño de los maxilares.
La herencia es una compleja combinación de factores. Los padres del niño pueden tener los dientes perfectamente alineados y el niño no.
Los dientes del primer hijo pueden salir bien ubicados, sin embargo los del segundo hijo puede tener problemas con la mordida y/o con la posición de los dientes.
Así que no asuma ni lo mejor ni lo peor. Haga que su ortodoncista valore la mordida de su hijo oportunamente.
Comments